Razón 4 para NO vivir en la Zona Colonial: Falta de actividades deportivas
Ahora bien, esto es más una observación individual que un hecho general. Pero tuve mis problemas para encontrar lugares donde pueda hacer deporte. Eso, por supuesto, depende de los deportes que estaba interesado en hacer. Pero encontrar un gimnasio bien equipado, una escuela profesional de artes marciales o una escuela de baile no era posible en la Zona Colonial.
Aunque intenté encontrarlos, no he tenido suerte. La mayoría de las ofertas son, lamentablemente, de menor calidad y tuve que aceptarlo. Algunos amigos míos que querían hacer algunas actividades alternativas como Yoga o Pilates me informaron del mismo problema. Otros deportes de interior y exterior como la natación, los deportes de pelota y otros deportes, etc. son bienes escasos en la Zona Colonial.
Algunos grupos de aeróbicos o instructores de fitness al aire libre existen en el Malecón y otros lugares de la Zona Colonial. Pero entrenar durante horas bajo un sol abrasador y temperaturas difíciles con todas las emisiones urbanas nunca fue una alternativa para mí. Estaba buscando pagar una cantidad decente de calidad por algunos equipos profesionales y personas con las que entrenar. Excepto por un pequeño y caótico gimnasio con aparatos de entrenamiento anticuados, no pude encontrar buenas opciones para hacer deporte en la Zona Colonial. Y ese gimnasio era un desastre: el dueño vivía en el gimnasio con sus dos pit bulls. Una situación realmente especial que no encontré antes ni después.
Parece que tal vez ocurre el mismo problema estructural que ya describí en los capítulos anteriores. Por un lado, la Zona Colonial no puede crecer en términos de tamaño geográfico o arquitectónico y las áreas de tiendas más grandes son limitadas. Por otro lado, podría resultar más lucrativo adaptar el espacio existente a los turistas en lugar de las ideas de negocios o los servicios para los residentes.
Por lo tanto, hice deportes principalmente en el Malecón. El bulevar de la playa de Santo Domingo se extiende por millas y ofrece algunas buenas alternativas de bricolaje. Patinaba muy a menudo para mantenerme activo durante el encierro cuando estaba todo cerrado.
Afortunadamente, las emisiones allí son más bajas que en el medio del centro histórico y durante el cierre fueron aún más bajas. Es una hermosa ruta para correr, caminar o andar en bicicleta para compensar las actividades deportivas que faltan en la Zona Colonial.
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